Lech Walesa, el hombre, en la #UEM

Lech_WalesaLa Universidad Europea de Madrid nombró Doctor Honoris Causa a Lech Walesa, el gran líder sindical motor del cambio de Polonia. El acto fue presentado por la rectora de la universidad Dª Agueda de Benito, que puso el énfasis en la figura deWalesa. En cómo Polonia es hoy lo que es, que es mucho, gracias a que alguien en un momento dado se plantó dedicó su vida a un cambio necesario. Educación y formación que son lo mismo, e innovación han llevado a Polonia, un país que partía de cero (o de menos) tras la Segunda Guerra Mundial, a colocarse en un referente europeo.

Beieto-RubidoTras la presentación, tomó la palabra Dº Bieito Rubido, director del diario ABC, para hacer la Laudatio, que enumera los méritos del doctorando. Pronunció un discurso en el que hizo una magnífica relación de la biografía del hombre y de hechos internacionales que permitieron que todo aconteciese como lo conocemos hoy.
Nos presentó al hombre. Un hombre que tuvo una infancia durísima en un país donde todo el mundo tenía familiares que enterrar y llorar… y tirar para adelante pensando en la inmediatez del mañana y sin poder hacer grandes planes de futuro.

Un hombre que se formó es casi todas las disciplinas técnicas y, como buen profesional, encontró buenos puestos de trabajo. Se casó y tuvo los primeros de sus ocho hijos. Pero, lejos de amoldarse a la vida cómoda, denunciaba los desmanes y abusos de poder que, por parte de un gobierno bajo la férrea influencia soviética, de cometían en su entorno sobre los trabajadores.

Esto le valió persecuciones, pérdidas de empleo y la gran incertidumbre de haber embarcado a su familia en una lucha desigual y de resultado incierto. Bocas que alimentar, hijos que educar y formar, y, en el fondo el duelo de un David frente a un Goliath entrenado en el correr de los años en estas lides. Pero contaba con apoyos. ¿Contaba? Seguro. El apoyo de un sindicato formados por personas que si bien es cierto que lo apoyaron, lo hicieron, lógicamente y casi como haríamos cualquiera de nosotros, de una forma privada, discreta y, en lo público, mesurada.

Encarcelado. En aquellos años debía ser tan fácil encarcelar a alguien como ahora hacer una llamada. Y así fue. En Europa, los que ya peinamos canas, pensamos que su destino estaba decidido ya. Hay que recordar que un general del ejército, Jarruzelsky, ejercía de… ostentaba el poder.

Sin embargo no fue así. EL que todos le conociéramos y los medios se hicieses eco día a día de su situación le hizo cambiar de anécdota a problema y estos son más difíciles de resolver. Otro factor, el que el régimen soviético liderado por Mijail Gorvachov, iniciase la apertura política y cambios que ni se sabía a donde habría de conducir al bloque soviético, y no estuvieses por la labor de dar consignas represivas también ayudó. Y, cómo no, la sorpresa que de un país controlado desde hacía 40 años por el comunismo saliese el primer Papa no italiano: Juan Pablo II. Aquí – Lech Walesa se emocionó – recordando al amigo, al confesor, al hombre que se atrevió a dar una misa en Polonia y ayudar a Walesa en su difícil situación. Y la puntilla fue que le dieron el Nobel de la Paz y pasó de ser un problema a alguien intocable. Había que cambiar y Lech Walesa tenía la llave de la puerta al futuro.

Y Lech Walesa tomó la palabra

Subió al estrado. Se quitó el pinganillo que le traducía todo ya que no quiso perderse ni los detalles y apareció el hombre de 70 años que habla con una modestia infinita hablando que no tiene mérito denunciar las cosas que vemos mal ya que sin eso no se puede mejorar y que el resto es coherencia. Eso decía mientras todos los presentes que tenemos edad y memoria recordábamos cómo pensábamos que lo harían desaparecer hace 30 años y nos quedamos atónitos con el feliz e inesperado desenlace.

No leyó nada. No le hacía falta. Habló del hombre, del alma, un poco de la situación mundial y, sobre todo, de la responsabilidad de cada uno con nuestro entorno más próximo y de cómo, entre todos, se pueden mover grandes rocas. Dijo que todos tenemos una responsabilidad con nuestra alma. Sí, no dijo conciencia, que también. Puso el ejemplo de la misa que celebró Juan Pablo II en Polonia donde los más altos cargos del gobierno comunista, presuntamente ateo, rezaron. No se sabían la ceremonia pero… creían y miraban a los demás presentes como iguales. Y lo eran ante Juan Pablo II.

Y que todos, jóvenes y no tan jóvenes debemos preocuparnos por esta cuestión. También por los formarnos y educar pero, sobre todo, por el entorno más próximo. Una responsabilidad con la paz. Acto seguido habló de la globalización y dijo que no globalizaría nunca a su esposa Danuta. El mundo es grande pero podemos abarcarlo todo ni intervenir en todo lo que nos gustaría. Centrémonos en nuestro entorno, pero para nuestro propio bien o beneficio sino que para que, con esa base, pueda salir algo bueno que ayude al mundo.

Habló con modestia de su situación, difícil en el pasado, pero coherente y que esa convicción le mantuvo con rumbo fijo. Llegó a presidente en tiempo de cambio y con la responsabilidad de estar sembrado valor para un futuro cargado de esperanza.

Todo esto, el movimiento de Solidaridad y los cambios en Polonia, permitió alcanzar un punto importante: la línea de salida. Sí, situaciones nuevas nos conducen a nuestros compromisos y esfuerzo continuado por hacer las cosas lo mejor posible. Sin duda, fue un gran presidente también. Seguramente algo para lo que estaba preparado ya que contaba con lo más importante: honradez.

Tras unos años dejó la presidencia como corresponde a un régimen democrático y ahora disfruta la vida, de la familia y amigos y de recoger algún premio.

Nos entregó a todos los nuevos doctores y profesores titulares (mi caso) el diploma acreditativo, un libro de Chopen y un estrechón de manos.

Lech_Walesa_Joaquin_PerezA la Universidad Europea le estoy sumamente agradecido por esta decisión de haber elegido este acto para entregarnos esta doble recompensa: el reconocimiento a unos méritos y que haya sido este hombre que tiene tantos el que nos haya hecho entrega de los mismos.

Resumiendo fue una lección magistral. Siempre hay cambios que hacer. En este caso, Lech Walesa fue la voz que arengó para reclamar cambios legítimos. Y dijo algo que es muy importante: los jóvenes van a vivir el futuro y debes estar preparados para iniciar esa carrera que es la vida con formación, con fuerza y, sobre todo, educación.

Los jóvenes que conozco lo están. Démosles pista.

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Profesor. Responsable del Observatorio del Videojuego y de la Animación desde 2003 y director del Máster en Diseño y Programación de Videojuegos (9 ediciones). En fin, profesor y, sobre todo, alumno permanente.